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El sector del transporte y la logística tiene una importancia vital en la sociedad actual. La inmensa mayoría de los productos que consumimos, lo que vemos y lo que nos rodea ha sido transportado desde un punto más o menos lejano.

Sin embargo, la logística es una de las industrias más contaminantes. El crecimiento del ecommerce y las entregas a domicilio, sumado a la situación de confinamiento generada a partir de la Covid-19, ha aumentado el número de paquetes y por tanto de vehículos circulando por nuestras calles y esto se traduce en miles de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera diariamente. Según la Organización Empresarial de Logística y Transporte de España (UNO), en 2021 las empresas del sector gestionaron alrededor de 725 millones de envíos, lo que supone un 6% más que el año anterior.

Para frenar el impacto negativo de esta actividad es necesario crear soluciones innovadoras que involucren a gobiernos, empresas y a la ciudadanía en general, además de adoptar modelos cada vez más sostenibles.

Por ello, en este artículo comentaremos algunas de las tendencias e iniciativas de movilidad sostenible que implican directamente a los diversos actores del sector logístico y en especial la última milla.

 

Infraestructuras y vehículos ecológicos

En los últimos años se está trabajando enérgicamente en la creación de infraestructuras que permitan una distribución de mercancías más eficiente y que ayuden a reducir el tráfico generado. Algunos ejemplos de estas son los microhubs, que aseguran un servicio logístico ágil en los núcleos urbanos y las entregas en puntos de conveniencia, lockers o buzones inteligentes, que ahorran hasta el 20% de emisiones de CO2 al suprimir la entrega directa el domicilio.

Algunas empresas como T-Box Delivery Solutions abanderan la lucha de la entrega sostenible desarrollando e implementando proyectos como SMART Delivery, una iniciativa que se centra en la última milla y se propone sentar “las bases de una nueva manera de reparto de mercancías en la ciudad de Valencia minimizando el impacto ambiental gracias a la flota de vehículos cero emisiones”.

T-Box es un ejemplo de las muchas empresas que se suman a los esfuerzos para minimizar ese impacto medioambiental a partir del uso de vehículos ecológicos, ya sean vehículos eléctricos, cuya principal ventaja radica en que no emplean ningún tipo de carburante de combustión, u otros medios como la ya conocida bicimensajería, que utiliza un canal 100% ecológico como la bicicleta para hacer llegar miles de productos a sus destinatarios.

 

¿Qué papel juega la tecnología en este campo?

Según la Agencia Europea del Medioambiente, el transporte de mercancías supone el 25% del total de emisiones de CO2 en España y en el punto en que nos encontramos, cada paso, idea, decisión o proyecto tiene que tener un fuerte compromiso con la sostenibilidad.

La innovación tecnológica es una pieza clave en todos estos cambios, y una aliada imprescindible para conseguir ciudades más limpias, inteligentes y sostenibles. Para las empresas de última milla, la digitalización de sus procesos logísticos tiene una gran repercusión en la sostenibilidad, y herramientas de automatización y gestión de sus operativas, como Logístiko, contribuyen a ahorrar la emisión de toneladas de CO2 a la atmósfera gracias a la eliminación de kilómetros improductivos y a la disminución de la tan costosa logística inversa. Además, les permite disminuir el uso del papel en sus tareas diarias al digitalizar toda la documentación asociada: albaranes, hojas de ruta, informes, etc.

 

 

Iniciativas para una movilidad respetuosa y sostenible

Para conseguir que este camino sea sólido, también es necesario que todas estas ideas y proyectos estén respaldados por medidas desde las diferentes entidades gubernamentales, y aunque aún queda mucho por recorrer, ya estamos avanzando en la elaboración de normativas que regulen la actividad de los diferentes actores de la movilidad en el país. Por tener una idea de hacia dónde nos dirigimos, en 2023 más de 140 municipios en España establecerán zonas de bajas emisiones, lo que obligará a tener vehículos que cumplan con estas características. Esto arroja una predicción de que más de 250.000 vehículos eléctricos circulen por nuestras carreteras y existan más 100.000 puntos de recarga instalados.

Muchas de estas medidas cuentan con el apoyo de importantes instituciones a nivel nacional y europeo, que gestionan no solo las normativas, sino también las inversiones destinadas a modernizar, digitalizar y mejorar la seguridad y sostenibilidad de las infraestructuras clave de transporte interurbano. Algunos ejemplos son el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del gobierno o las políticas de la Unión Europea para la descarbonización del sector del transporte.

Además del proyecto SMART Delivery del que hablamos anteriormente, nos gustaría aprovechar este espacio para mencionar algunas de las iniciativas más relevantes de la actualidad de la movilidad sostenible que también acogen espacios de trabajo y debates relacionados con la logística. Es el caso de EMS y su manifiesto Entrega Sostenible; Connected Mobility Hub con su recién lanzamiento “El Futuro de la Movilidad”; y el Startup Valencia Mobility Hub, ecosistema de innovación referente de la movilidad urbana de la Comunidad Valenciana.

En una entrevista reciente a Ramón García, Director General del Centro Español de Logística, éste comentaba que “las cadenas de suministro están replanteándose sus modelos desde una perspectiva menos basada en el coste y más centrada en la resiliencia y en la sostenibilidad”. Y es que, no se trata de tomar medidas aisladas o decisiones puntuales, sino de adoptar modelos de vida y de trabajo que nos permitan garantizar un futuro para las generaciones venideras.

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